La jornada de clausura de la XIV edición de la Semana de la Memoria Histórica y de los Derechos Humanos organizada por el colectivo «Recuerdo y Dignidad«, contó con la participación del máximo responsable de la Relatoría Especial creada por el Comité de Derechos Humanos de NNUU para la promoción […]
Derechos Humanos
La Declaración Universal de los Derechos Humanos se promulgó “como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción”. Pero, aunque los “Derechos Humanos” se invoquen constantamente, vemos que su universalidad ha perdido vigencia hoy día. Ya no sólo se trata de que su mención sea un mero formalismo de cualquier tipo de gobierno o formación política independientemente de su respeto o no a la misma. Más bien desde el Ateneo Republicano y Memorialista de La Isla nos lamentamos porque Declaración Universal de los Derechos Humanos, los Derechos Humanos como ideal, quedan en nuestro tiempo supeditado a la geopolítica, a “cuestiones de Estado” o a “la coyuntura”, a programas, fines y colores políticos y a toda suerte de arbitrariedades que hacen que este ideal común hoy no signifique nada o, peor aún, sea un instrumento usado como arma arrojadiza o con fines partidistas.
Por Lola San Isidro, Área de Solidaridad Internacional de APDHA.|| Asistimos a tiempos de democracias con vocación de imperfectas en las que avanza la desigualdad, retrocede la libertad y se penaliza la fraternidad.
Los países en los que se generó la ilustración, el contrato social, la ruptura con el antiguo régimen, la Declaración Universal de Derechos Humanos…la Europa de las libertades, el occidente de las libertades, parece haber renunciado a la búsqueda de un mundo mejor para emprender el retroceso hacia sistemas autoritarios, desiguales e insolidarios.
Los derechos humanos, tan semejantes en su formulación a los valores republicanos, son los principios de la convivencia que están en juego y que los pueblos estamos perdiendo.
No hay nada más semejante a una declaración de los principios republicanos de libertad, igualdad y fraternidad que la lectura del artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “ Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.