En mayo de 1948 el dictador Francisco Franco aprobó la ley que restituía los privilegios jurídicos que la Segunda República había retirado a los nobles del país. A partir de entonces, el Boletín Oficial del Estado comenzó a llenarse de decretos con los que Franco devolvía favores a sus militares, a quienes concedía títulos nobiliarios hereditarios con exenciones fiscales. Estos privilegios con la hacienda pública debían alcanzar hasta la segunda generación. Es el caso del general José Enrique Varela Iglesias, uno de los artífices del golpe de estado que propició el inicio de la Guerra Civil y el fin de la democracia de la Segunda República. Varela, militar curtido en África, ocupó Cádiz con sus tropas el 18 de julio de 1936, un hecho que en democracia no ha servido para que se le retire el título de hijo predilecto de San Fernando (Cádiz), ni el de Marqués de Varela de San Fernando. Esta última distinción, concedida por Franco en 1951 a título póstumo, fue heredada por su hijo José Enrique Varela Ampuero y, ahora, tras la muerte del hijo en mayo del pasado año, la recibirá el nieto, José Enrique Varela Urquijo. Así lo dispuso el ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón en una orden firmada el pasado 18 de diciembre y publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado.
Archivos diarios: 04/01/2014
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